03 enero 2007

Trágicos accidentes



Según informa El Mundo, parece ser que ya ha sido encontrado el cadáver de uno de los dos ecuatorianos desaparecidos en el "accidente trágico" provocado por ETA el sábado en la T4. Este "accidente trágico" es el primero con muertos desde el 30 de mayo de 2003, y ha provocado la suspensión de las conversaciones de paz por parte de ZP. "He ordenado suspender -dijo el sábado- todas las iniciativas encaminadas a establecer un diálogo con ETA después del paso equivocado e inútil que han dado los terroristas".
Como ya sabemos que el presidente no da puntada sin hilo, y que sus palabras siempre se han caracterizado por una ambigüedad calculada, habría que pensar realmente qué es lo que quería decir al hablar de la suspensión del diálogo. A mí lo que me da a entender, empleando la semántica que tan poco gusta a los socialistas, es que se detiene o difiere la negociación con ETA.
Pero tal vez yo me equivoque de plano. A lo mejor el presidente, con esa comparecencia meditada y pausada, lo que estaba haciendo era condenar enérgicamente la vuelta a las armas de los asesinos. Es posible que implícitamente estuviese rompiendo sus nefandos pactos con los etarras y decidiese volver a enarbolar la bandera de la Constitución y de la lucha antiterrorista.
Incluso así, y aceptando mi incapacidad para comprender los ricos matices de la lengua castellana, hay algo que no consigo apartar de mis pensamientos. Desde que se produjo el "accidente trágico" no dejo de ver en mi mente una imagen delirante que acude una y otra vez a mi imaginación. La escena no es muy nítida, y apenas consigo atisbar unos rostros borrosos. De un lado, unos hombres de traje y corbata; del otro, unas máscaras macabras, con ojos vacíos y con chapelas en la cabeza. Parece una negociación en las que los de las boinas se sacan sus pistolas y las ponen encima de la mesa. En un momento dado, los trajeados de cara indefinida y borrosa dicen que necesitan más tiempo, por lo menos hasta las próximas elecciones generales. El que parece el líder de los enmascarados grita que está harto de darles tiempo, agarra la pistola que reposa sobre la mesa y dispara al aire. Seguidamente les espeta: "tened cuidado ya que ninguno de nosotros desea un trágico accidente".

1 comentario:

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