Cinco cosas que no sabéis de mi (aunque algunas os las imaginéis)
Evidentemente no soy yo el de los pantalones rosas
3.- Coches:
Me encantan los coches y asisto a cursos de conducción siempre que puedo. Sobretodo me gustan los coches de gama alta. La experiencia de pilotar automóviles de gran potencia en un circuito es indescriptible. Es de las cosas más divertidas que hay. A lo que no termino de verle la gracia es a los karts. No digo que sean aburridos, pero su conducción es muy incómoda. Eso de utilizar el pie derecho para acelerar y el pie izquierdo para frenar me resulta muy complicado. Ahora tengo un Volkswagen Golf con el que estoy encantado, pero en cuanto tenga dinero me compraré un Mercedes CL 600 como el de la foto.
Algún día será mío
4.-Política:
Creo que es obvio que en cuestiones políticas no soy de izquierdas. Realmente no sé cómo etiquetar mis ideas políticas. Seguramente sea de derechas a secas, aunque cuando gobernaba el PP no todo lo que hacían me parecía bien. Tampoco me considero ni un neo-liberal, ni un demócrata-cristiano, ni un neo-con puro. Yo me siento inclasificable y ecléctico. Hay cosas de todos que me gustan y otras muchas que me disgustan. Lo que sí que tengo muy claro es que no soporto a las izquierdas. Y en concreto, a ZP. Me parece que es la encarnación más nefasta de los peores vicios hispánicos. Es terrible que nos gobierne un personaje que nunca ha trabajado –ni siquiera cuando era parlamentario-, que es un fanático, que sólo se rodea de casposos indigentes intelectuales, que vive en un mundo de fantasía e intolerancia, que trata de imponer sus absurdos ideales a base de proselitismo sectario. Este hombre que no valdría ni para presidente de una comunidad de vecinos me está haciendo añorar a Felipe González –al menos, aunque fuese un corrupto y un cínico, se sentía español-.
Con el pañuelo palestino, sin sectarismos y sin tomar partido en el conflicto
5.- Un vicio confesable: el tabaco:
Tengo que reconocer que por más que lo he intentado, no consigo dejar de fumar. Y todo se debe a que mi fuerza de voluntad es bastante escasa. Además, el tabaco me gusta. Teniendo en cuenta esto, entenderán que me resulta muy complicado abandonar este maldito vicio. De momento me he propuesto reducir la dosis de nicotina, pero me está costando un horror. Es más, mientras escribo esto, tengo un cigarrillo encendido en el cenicero. Por cierto: he olvidado decir que otra de las cosas que me gustan del golf es que puedes jugar mientras fumas.
Le pasaría el testigo del meme a Evilasio, si alguna vez se decide a reabrir su blog; y a Hispalis, de "Plataforma: Por una Sevilla justa" –si me siguen leyendo-.
2 comentarios:
Qué interesante señor golfista. Debe estar contento Recaredo, los socialistas o al menos la Narbona gustaría de quitarle el golf por su elevado gasto de agua(los ignorantes no saben que es la explotación que mejor la aprovecha), para su afición a los coches le colocan el carné por puntos, y contra el tabaco ya se sabe, Salgado al canto.
Debe de estar contento si señor.
Un abrazo.
Y se te olvida lo del vino -otro de mis placeres- y los toros... Ya sólo falta que prohiban la Semana Santa y el jamón.
Un abrazo a ti también
Publicar un comentario