17 enero 2007

Irresponsables

Hay gente que en su trabajo es una absoluta irresponsable. Da igual que sean cajeras de supermercado, profesores universitarios o conductores de autobús. El que carece del más mínimo sentido de la responsabilidad seguirá siendo un impresentable trabaje donde trabaje. El irresponsable es el que nunca se encuentra en su puesto de trabajo cuando sucede algo importante que requiere de sus servicios. Puede ser el funcionario que ha salido a tomar café, o el médico de guardia al que nadie localiza en el momento de una urgencia. Y también puede ser la vicepresidenta del gobierno que se marcha de vacaciones el día después de un atentado terrorista.
Me gustaría saber qué pasaría por la cabeza de la señorita Rotenmeier al ver que el sábado 30 de diciembre, a primera hora de la mañana, ETA hacía explotar una bomba en la T4. Es posible que comentase que se le acababan de fastidiar las vacaciones que tenía planeadas en Suiza, justo antes de ponerse al frente del operativo especial antiterrorista. Pero no. No fue así. Lo que la vicepresidenta de la Vega decidió fue hacerse la “longuis” y marcharse a Suiza pensando que nadie la echaría en falta. “Total, sí sólo soy la vicepresidenta del gobierno. Para eso está el jefe. Que se encargue él”. El problema es que el jefe también se encontraba vacacionando en el paraíso idílico de Doñana. Y tampoco tenía ganas de volver al trabajo. Aunque ya sabemos que eso es normal en ZP, y no se lo tendremos en cuenta.
El caso es que en uno de los momentos más difíciles por los que pasaba el país en todo el año 2006, la Moncloa se encontraba vacía. Y no fue hasta bien entrada la tarde, cuando ZP se percató de que de la Vega no estaba por la labor de suspender su fin de año suizo, cuando decidió regresar para hacer unas declaraciones balbuceantes y mal preparadas. El presidente se encontraba solo, sin apoyo, simplemente acompañado del pocero Rubalcaba que se empeñaba en trazarle silogismos que no entendía para explicarle las consecuencias de una estrategia que se hacía evidente que era equivocada (es muy interesante lo que ha dicho González sobre la estrategia antiterrorista). Y mientras tanto, la señorita Rotenmeier haciendo las maletas, dudando entre llevarse su traje sastre de Chanel o su vestido de noche de Valentino.
Cualquier empleado que en un momento de crisis no se encuentre en su puesto de trabajo tan sólo puede esperar de su empresa la carta de despido y el finiquito. Pero nuestros gobernantes se piensan que están por encima del bien y del mal. Ellos no tienen que responder ante nadie y no van a cambiar sus planes previstos con antelación. Al fin y al cabo se lo han ganado con tanto duro trabajo. Y además, ¡a quién se le ocurre poner una bomba justo el día en que la vicepresidenta tiene previsto marcharse de vacaciones!

4 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Decir irresponsables es quedarse corto con estos personajes que nos desgobiernan.

Parece ser que De la Vogue se fué de chatos con los eta-ratas, esos amiguitos de la falsa pazzzzzz de Rodríguez el Traidor.

Anónimo dijo...

Recaredo, tendrías que comentar el proyecto de ley de la Misnistra policía sobre el alcohol. parece ser que quiere emprenderla también contra el vino. Leí en uno de tus artículos una broma sobre la posible prohibición del jamón ibérico, pues a lo mejor no vas tan desencaminado, es muy capaz. Mete las narices hasta en el ámbito más recóndito de la intimidad de los españoles. Menudo Gobierno de sobreros.

Recaredo dijo...

Don Pelayo: lee este post, que va de la prohibición del vino.
http://recaredoblog.blogspot.com/2006/12/la-copa-de-navidad-de-la-moncloa.html
Cerrajero: les he llamado irresponsables por no pasarme mucho con los calificativos. Irresponsables me parece algo muy suave

Anónimo dijo...

Lo he leído, Recaredo, coincido con Albiac en la felicitación que te envía, tienes toda la razón.

Que tiemblen el aceite de oliva, el jamón ibérico, etc., etc...