26 enero 2007

La dieta del sádico

Gracias a Dios, la Audiencia Nacional por fin ha demostrado tener la cordura que le falta al Gobierno y al Fiscal General del Estado. Aunque de no ser por el juez Alfonso Guevara, que fue quien decidió que votase el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en lugar de los tres jueces designados en un primer momento, ahora tendríamos al "hombre de paz" en la calle y con un tipín de modelo anoréxica. Y es que la consigna era que el "degustador de champán y langostinos" –el menú que seguía cuando ETA atentaba contra alguien- estuviese ya en su casa por motivos humanitarios.
Que le hayan condenado a 3.000 años de cárcel por múltiples asesinatos y a 12 años por amenazas no cuenta para nada ya que el pobrecito se va a morir en la cárcel. Cualquier persona ajena a la realidad social española podría pensar que el preso sufre una leucemia galopante o un tumor cerebral en fase terminal. Pero nada más lejos de la realidad. El "sociópata furioso" está enfermo de encabronamiento, ya que no puede entender que le mantengan en la cárcel si ha cumplido su condena. Si la ley establece una serie de atajos para redimir aceleradamente las penas, ¿por qué el gobierno de Madrid se empeña en mantenerle entre rejas? Parece ser que el "gusano miserable" sólo quiere que le apliquen la ley cuando a él le interesa y como eso le encabrona, pues ha decidido ponerse en huelga de hambre.
¿Y ustedes creen que de verdad está dispuesto a dejarse morir entre rejas? Ni mucho menos. Ya sabemos la manera en que este "vampiro voraz" hace las huelgas de hambre: con jamón york y miel. Y el que opine lo contrario que mire con qué ánimos, con qué convencimiento, con qué arrojo, alza el puño a favor de la muerte, como un legionario anoréxico y sádico. El mal siempre aliado con el mal. La muerte siempre abraza a la muerte. Por eso sólo le apoyan ZP y Conde Pumpido.

2 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Abogo por el derecho que tiene el asesino de la diETA de acabar con su vida con la misma falta de escrúpulos con la que acabó con la vida de 25 personas.

Recaredo dijo...

Absolutamente de acuerdo contigo, Cerrajero. Es más, incluso estoy por organizar concentraciones en cada ciudad de España para lograr que los poderes públicos amparen el derecho que tiene a acabar con su vida. Iré poniendo el champán a enfriar...
PD: Pese a que estoy en contra de la pena de muerte, de la eutanasia, y del suicidio, no me importaría una cadena perpetua para este tipo de delitos de terrorismo sanguinario y genocida. Personas como el "hombre de paz" no deberían salir de la cárcel si no es con los pies por delante.