18 marzo 2007

Un vídeo de Fórmula Uno


Como hoy ha empezado la Fórmula Uno con la victoria de Kimi Räikkönen (Ferrari), y el segundo puesto de Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), en Melbourne, he decidido poner un vídeo que demuestra lo apasionante que era esta competición mucho antes de que la descubriesen Telecinco y el hooligan calvo de Antonio Lobato.
Tengo que confesar que, actualmente, la Fórmula Uno me parece algo pesada. Lo único con algo de emoción es la salida, perdiendo todo el interés una vez iniciada la carrera. Creo que el exceso de reglamentación, junto con una excesiva importancia de la tecnología, le ha quitado bastante interés a la carrera. A todo esto habría que añadir que las estrategias de equipo han conseguido que lleve varios años sin ver un Gran Premio completo.
Pero en 1978 era algo completamente distinto. En el vídeo que he colgado de Youtube podemos observar una competición muy diferente a la actual, con piques antológicos, con adelantos continuos, con tensión al límite, en la que la pericia del piloto era clave para alcanzar la victoria -o el segundo puesto-. Añado lo del segundo puesto porque este duelo entre Gilles Villeneuve y Rene Arnoux tenía como fin alcanzar la segunda posición de un apretadísimo Gran Premio de Francia celebrado en el circuito de Dijon en 1978. Gilles corría con Ferrari y Rene con Renault. Pese a que la carrera era en Francia, no le importó a Arnoux perder con el "mejor piloto del mundo", como dice al final del vídeo.

3 comentarios:

Albiac dijo...

Después del tostón que fue esta noche la carrera de Alonso es aún más oportuno tu post. Por no haber, ni siquiera la típica montonera de la primera curva que tan morbosilla hacía las carreras de Australia.

Claudedeu dijo...

La verdad es que yo sólo veo la salida y la llegada en la F-1. El resto -y mira que lo he intentado veces- se me antoja eterno.

Espero que este año esté la cosa más reñida entre Kimi y Alonso.

Recaredo dijo...

Está claro, Albiac y Claudedeu, que la F1 como está concebida actualmente, es un auténtico rollo. Ya podían volver a haber duelos épicos como el Gilles y Rene.