14 marzo 2007

Políticamente incorrecto

Me resulta curiosa la mojigatería selectiva de la izquierda española. Han sustituido la religión católica de la que tanto reniegan por una nueva religión pseudo-progre basada en lo políticamente correcto y caracterizada por haberse forjado en los mimbres del pensamiento único. Esa nueva fe que ha calado tan hondo en la progresía española, está fundada sobre los pilares de una forma de pensar totalmente estandarizada y ortodoxa. Para ellos, todo el mundo debe creer ciegamente en una serie de principios fundamentales e indiscutibles. Un ser supremo, progresista y comprometido con su sociedad, hace no mucho tiempo, tuvo una revelación divina. En la misma, el nuevo Dios de la izquierda proclamaba los dogmas inmutables que debían ordenar la vida de los fieles: feminismo violento y excluyente; igualdad de todos basada en la discriminación positiva de determinados colectivos; ecologismo acientífico; laicismo radical -dirigido a la iglesia católica, ya que el resto de confesiones, por ser minoritarias, deben ser fomentadas en todo lo que se pueda-; ofensa a los valores más tradicionales; fomento de la ideología de izquierdas frente a cualquier atisbo derechista o liberal que inmediatamente será tachado de fascista y nazi;... En pocas palabras, y para que se entienda con un ejemplo, el hombre blanco, heterosexual, católico y de derechas se puede dar por jodido.
Ya de por sí, el término "políticamente incorrecto", me produce una cierta grima. Se trata de un anglicismo mal traducido que nos obliga a tener que pensar y hablar dentro del sistema de valores que la cultura anglosajona acuñó para legitimar su doble moral. Según su estrechez mental, no podemos llamar a alguien "mongólico", si no "trisómico 21" -fíjense que bonito insulto para alguien que no padezca esa anomalía cromosómica-. Podría llenar páginas y páginas con sus tonterías -juez y jueza, periodista y periodisto,...- pero no es el motivo de este artículo. Como habrán podido comprobar, la foto que encabeza este post pertenece a la campaña que Dolce & Gabbana ha retirado después de la polémica que ha generado la "incitación a la violencia sexista" de la imagen. Según los cánones de lo políticamente correcto, una campaña publicitaria puede inducir a la violencia sexista si es un hombre el que sujeta por las muñecas a una mujer. Pero, ¿qué les habría parecido si el sexo de los protagonistas se invirtiese? ¿Qué habría dicho el consejo pontificio del pensamiento único si fuese una mujer la que aprieta por las muñecas a un hombre?
Pero la polémica ya ha trascendido nuestra fronteras -obviamente la tontería sí que está globalizada- y también en Italia y en otros países han pedido la retirada de la campaña. Sin embargo, en ninguno con tanto furor como en España. Por eso mismo, los diseñadores han anunciado que retirarán de nuestro país toda su publicidad ya que, según ellos, nos hemos quedado "un poco atrás". Además, añaden que en España "últimamente con su clima de censura demuestra querer leer en todas partes mensajes negativos, incluso en donde no existen".
A la vez que se ha generado esta tremenda polémica, hemos sabido que el PP ha denunciado a la Junta de Extremadura por subvencionar el libro de un fotógrafo que ha realizado imágenes pornográficas con Jesucristo y la Virgen María. El autor se defiende de las acusaciones diciendo que ha ejercitado su libertad creativa para poder hacer una obra artística que tiene como objetivo la crítica a la iglesia católica. Teniendo en cuenta que las imágenes son casposas, cutres y soeces, además de irreverentes y blasfemas, no consigo ver por ningún lado la calidad artística de las fotografías. Pero sin querer entrar de lleno en las cualidades artísticas -discutibles e interpretables-, no consigo comprender por qué el vaticano de lo políticamente correcto no ha denunciado las fotos que ofenden a un gran número de católicos. O tal vez sí que lo entienda: es que la ofensa a la religión católica es uno de los principios fundamentales del pensamiento único. Por eso nadie ha denunciado al rijoso iconoclasta de J.A.M. Montoya.

6 comentarios:

Legionarius dijo...

En otro orden de cosas manda correos por el libro publicado que atenta contra Dios y los católicos.

Yo he mandado varios correos al gobierno de extremadura y al de España quejandome por todo esto.

dgp@prs.juntaex.es

presidente@prex.juntaex.es

jlrzapatero@presidencia.gob.es

Y también al hijo puta que lo hizo

fotografia@jam-montoya.es

Un saludo español

Zapataplús!! dijo...

Otro motivo de "peso" al que alega el tal Montoya es que le repudia la doble moral de la Iglesia. Pero, para doble moral la que tu has reflejado en tu artículo. En definitiva, que es un cretino cobarde...

Anónimo dijo...

Ese tal Montoya dice que los que no entendemos de fotografía (cualquiera que no sea fotógrafo profesional, según su estrechez mental) no debemos juzgarlas.
Debería entender que sólo juzgamos su mal gusto y su catetada progre, no aspectos técnicos. Se nos puede pedir que seamos profesionales para enjuiciar la luz, el ángulo o el diafragma, pero no hace falta ese requisito para tener la constancia de que esas fotos son la clásica paletada de rojeras anticlerical.
Pero para que nos quedemos más tranquilos, Rodríguez Ibarra ha pedido perdón "a los que se hayan podido ofender por ellas", en plan: si hay alguien tan rancio y retrógrado que se haya podido molestar con esta nimiedad, que nos perdone.

Claudedeu dijo...

El quid de la cuestión es claro: utilizando el pensamiento "Pepiño" -¡ah!, pero, ¿Pepiño tiene pensamiento?-, la Iglesia es fascismo golpistay por lo tanto no podemos meternos a defenderla. Sin embargo, la ortodoxia del pensamiento único con la defensa de las mujeres -no sé yo qué defensa- sí puede denunciar a Dolce & Gabbana.

Hacen bien en retirar la publicidad.

Recaredo dijo...

Bienvenido Legionarius: ya he mandado un correo a las direcciones que has publicado en tu comentario. Igual que ellos se molestan con ciertas fotografías, yo también me molesto con otras. Por cierto, y esto es una opinión personal mía, si tengo que elegir entre la serie de fotografías de los diseñadores italianos y las imágenes del casposo extremeño, me quedo sin ningún lugar a dudas con las de Dolce & Gabbana. Sin entrar en el fondo moral de cada una, me parece que tienen mucha más calidad artística que las del extremeño.
Zapataplus: ayer fue entrevistado el tal Montoya en el programa de Carlos Herrera y quedó como un "trisómico 21". Decía que sus fotos son artísticas y que lo que quería era criticar, como tú muy bien dices, la doble moral de la iglesia católica. Cuando Herrera le dijo que si haría lo mismo con otras religiones, dijo que las otras no le habían hecho nada. Es decir, inconscientemente confesó que era un ataque personal, una venganza. Pero una vendeta financiada por la administración pública, que le dio 6.000 Euros para editar el catálogo.

Recaredo dijo...

Don Pelayo: creo que todos podemos opinar de arte, aunque no entendamos. Si a mí me gusta Velazquez o Tintoreto, lo es porque sus cuadros me parecen bonitos. Lo mismo me parecen las fotografías -estas sí que eróticas- de Helmut Newton. Y me gustan porque me parecen bonitas. La obra artística del Montoya este es fea, cutre y chabacana. He estado mirando un poco por su página web y tiene una serie de gente cagando. Muy artístico, por cierto. Si no fuese por la subvenciones, no creo que le conociese nadie. Ahora, lo de quemar conventos es muy rentable si la administración te financia la gasolina y el mechero. Y por cierto: a mí no me valen las disculpas de Rodriguez Ibarra, lo que debería hacer la Junta de Extremadura es obligarle a que devuelva la subvención.
Claudedeu: Dolce & Gabbana retira la publicidad por la estrechez de mente de la progresía hispana. Y sobretodo, porque ya han conseguido el objetivo que perseguían. Con la polémica, han conseguido una gran repercusión mediática que es lo que les interesa. Seguro que la ministra Calvo o la vicepresidenta de la Vega no dejan de vestirse con los modelos exclusivos que venden los italianos. A pesar de que "inciten a la violencia sexista".