07 noviembre 2006

La fiscal del 11-M

La fiscal Olga “vale ya” Sánchez ha publicado las conclusiones sobre el sumario del 11-M. Como era previsible, esta representante del Ministerio Público, de melena fogosa y cierto aire de bruja sin escoba, ha hecho coincidir punto por punto sus conclusiones con la versión oficial de los hechos. Confieso que no me he leído las 340 páginas del escrito, aunque tal vez me dedique a leerlas antes de acostarme. Es lo bueno que tienen los malos relatos de ficción, que enseguida producen sueño. Pero cómo la opinión es libre, y no necesita de muchos fundamentos, me guiaré por los resúmenes que se han publicado en la prensa.
Parece ser, según ella, que los terroristas eran no menos de 12 y que se desplazaron con “13 mochilas o bolsas” en dos vehículos hasta las inmediaciones de la estación de Alcalá. Me cuesta imaginar a un grupo de 12 adultos, como mínimo, que se desplaza en una furgoneta y un Skoda. Sin contar con los bultos, tenían que ir bastante apretados. Además, un grupo de moritos, casi todos fichados, muchos de ellos seguidos por todo tipo de fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, circulando en un coche robado, homologado para cinco plazas, cargado de explosivos, es un poco cantoso. Si ustedes fueran a cometer un atentado, ¿tratarían de llamar tanto la atención?
El inicio de la trama es bastante blando. Cualquiera que haya leído unas cuantas novelas de Le Carre, de Forsyth, o de Clancy, podría encontrar un mejor comienzo. O, al menos, con más consistencia argumental. Aunque el principio de esta mala novela sí que se le podría adjudicar a Dan Brown. Es más, me recuerda un poco a esa persecución del "Codigo Da Vinci" en la que los protagonistas van siguiendo un itinerario imposible por un París al que le van despareciendo calles por arte de magia.
Siguiendo con la narración, en ningún momento se cuestiona la posibilidad de que la Kangoo y el Skoda sean pruebas fabricadas a posteriori. Da por seguro que esos son los dos coches que utilizaron los terroristas. Y por cierto, las mochilas debían ir rezumando dinamita rociada de desodorante, ya que en ambos vehículos se encontraron restos de explosivos. Restos que los perros no fueron capaces de oler. Y eso sí, ni una sola huella ni partícula de ADN de los ocupantes de los automóviles.
Otra cosa que me resulta curiosa es que si eran 12 terroristas, por qué llevaban 13 mochilas. A lo mejor alguno se puso malo a última hora y le dejó encargado a su compañero que llevase su mochila por el. Es posible que por eso, al ir tan incómodo cargado con dos mochilas, pasó por la comisaría de Vallecas diciéndole a la policía que la iba a dejar allí y que luego volvería a por ella. Seguramente les tranquilizó diciendo: “no os preocupéis, que no va a explotar. Tiene los cables sueltos.”
Parece ser que a esta discípula aventajada de Dan Brown le importa bastante poco todo lo relacionado con las tarjetas SIM, ya que ni las menciona. Pero sí que se encarga de despejar cualquier duda sobre la autoría de ETA. Según ella, ETA hace mucho tiempo que no usa Goma 2 ECO. De lo que infiero que ha quedado totalmente probada la composición del explosivo. Según tengo entendido, la nitroglicerina no es un componente de la Goma 2 ECO.
Lo que más me ha gustado de su relato es la obsesión por criticar la actuación del gobierno de Aznar en los días posteriores a la tragedia. Casi llega a insinuar que con su nefasta gestión, Aznar se mereció perder las elecciones. A todo esto habría que añadir que Olga “vale ya” Sánchez ha prorrogado hace poco un libro en el que reflexiona sobre la Guerra de Irak y opina que la participación de España en dicha guerra fue el desencadenante del 11-M. ¡Con razón el PSOE ha expresado su satisfacción con las conclusiones de la fiscalía!

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