06 noviembre 2006

Gabilondo

Vaya por adelantado que yo no soy uno de esos cuatro que ven la Cuatro. Lo más que he visto son los retazos de algún programilla infame cuando hago zapping y el resto de los canales han consensuado el momento en el que, como Fuenteovejuna, poner sus anuncios todos a una. Por cierto, respecto al tema este del zapping y de las medidas que toman los publicistas para contrarrestar su maligno poder, tengo que decir que, aunque se pongan de acuerdo 30 canales para poner la publicidad a la vez, prefiero tener la televisión apagada durante 10 minutos que tragarme los anuncios cutres que se empeñan en cambiar nuestros hábitos de compra.
Pero volviendo al tema de este post, parece ser que Gabilondo está teniendo serios problemas con la audiencia.
-Aclaración: no tiene problemas con la audiencia ya que no tiene audiencia. Parece ser que el buque insignia de la Cuatro es un fiel reflejo del problema que acosa al canal en abierto de Polanco.
Si yo fuese Gabilondo, no me sentiría tan preocupado por los datos del share, como por las declaraciones de su jefe. Parece ser que Daniel Gavela, director de Cuatro, ha anunciado que Iñaki Gabilondo continuará al frente de los informativos a pesar de la baja audiencia.
-Iñaki, hazme caso, comienza a mover tu currículo por los distintos medios prisoicos ya que la tele se ha demostrado que no es lo tuyo. Cuando un jefe da una explicación que nadie le ha pedido, es que algo barrunta.
Se me olvidaba: a finales de septiembre el propio Iñaki anunció que dejaría la Cuatro por la baja audiencia. Si no recuerdo mal, creo que aprovechó ese anunció para dar un par de buenos bofetones a Federico Jiménez Losantos, acusándole de hacer “radioveneno”. Eso lo dice el que en la radio tenía como misión principal la puesta en práctica del manual estalinista de Agit Prop.
De todos modos, creo que el problema es algo más profundo de lo que los directivos de Cuatro piensan. Cuando decidieron programar en prime time estos informativos “de autor”, el planteamiento fue asumido como una apuesta estratégica. Sobretodo porque la cara sonriente de la Propaganda no es que fuera precisamente un mileurista. Cuando se percataron de que Iñaki no se iba a plegar a un salario más bajo en favor del gran Polanco –a quien Dios guarde muchos años-, tuvieron que replantearse toda la estrategia del canal. El sueldo de una estrella les podía llevar a la ruina si no conseguía una cuota de pantalla similar a la audiencia que tenía en la radio. Esta “apuesta estratégica” tuvo el daño colateral añadido de la imposibilidad de contratar a otra estrella con lo que el resto de la programación del canal está presentada por mindundis y mediospelos. La estrategia empezaba a parecer un harakiri en toda regla. En caso de salir mal su “apuesta estratégica”, y no tener la audiencia deseada/necesitada, no podrían intentar el liderazgo de otra franja horaria ya que no tenían más que basurilla mediocre. Por eso ahora no les queda otro remedio que huir hacia delante, cubriéndole la retaguardia a Iñaki mientras éste ramonea por los profundos valles de las audiencia. Aunque es posible que un día no muy lejano el gran Polanco –a quien Dios guarde muchos años- se harte y les deje una pistola encima de su mesa diciéndoles: “es mejor que la utilicéis y así nos ahorráis todo el engorroso papeleo”. Esos son los problemas de servir a una dictadura estalinista.

No hay comentarios: