14 febrero 2007

Libro: "Las mentiras del 11-M", de Luis del Pino

Que un partido político como el PSOE se haya aprovechado para su propio lucro electoral del mayor atentado terrorista de nuestra historia es algo que excede con creces el límite de lo tolerable en cualquier sociedad democrática. Fíjense bien que he escrito “aprovechado con lucro”, y no “organizado el atentado del 11-M”, debido a que aún no hay indicios suficientes para poder afirmar otra cosa. De cualquier forma, para gran parte de la sociedad bien informada, no puede obviarse la posibilidad de que el PSOE tenga algún tipo de responsabilidad en el suceso. No hace falta más que recordar la frase que dijo José María Aznar en la comisión parlamentaria del 11-M cuando habló que los organizadores de los atentados no se encontraban ni en “desiertos muy lejanos” ni en “montañas muy remotas”. Y el gobierno de ZP, en lugar de tratar de eliminar cualquier sombra de duda, no hace más que levantar más sospechas con su afán por pasar de tapadillo sobre la investigación judicial y política del mismo. Luis del Pino en su libro recuerda una declaración de Zaplana que resulta muy esclarecedora: “Si hubo cualquier error, cualquier negligencia, nunca sería responsabilidad del actual gobierno, porque los que gobernábamos entonces éramos nosotros. Entonces… ¿por qué el actual Gobierno tiene tanto miedo a que se investigue? Sinceramente, no se me ocurre ninguna explicación. O, mejor dicho, quizá es que prefiera no formular la explicación que se me ocurre”. Pues sin llegar a acusar a nadie directamente, Luis del Pino sí que plasma, negro sobre blanco, todas las falsedades por las que los instigadores de la versión oficial –no olvidemos que es la que propugna el PSOE- nos han intentado hacer pasar. Mentiras que se estructuran en distintos bloques de un modo muy esquemático y resumido, para que cualquiera que no conozca en profundidad los hechos pueda tener una visión muy clara de todo lo que falta por esclarecer o nos han querido hacer creer.
El libro comienza con un análisis de las mentiras vertidas sobre los trenes. El autor presenta estas falsedades diciendo que lo lógico hubiera sido investigar sobre qué ocurrió en los trenes, sin embargo la investigación se centró sobre una furgoneta que no tenía nada que ver con el atentado. Además, cualquier investigador racional lo primero que hubiese hecho sería una investigación exhaustiva sobre el explosivo utilizado en los trenes. Más que nada porque lo primero que se debe estudiar es el arma del crimen. Sin embargo, aquí sólo se centraron en una mochila llena de explosivos de dudosa procedencia. Además, nadie se molestó en investigar acerca de los detonadores empleados, porque ya tenían un teléfono encontrado en la misma mochila de Vallecas, que llevaba a un locutorio de Lavapiés. Del Pino emplea muy acertadamente el símil del prestidigitador que cuando hace un truco de magia atrae nuestra atención sobre su mano derecha mientras con la izquierda prepara el mazo de cartas.
Después de analizar los datos sobre los trenes, comienza a tratar el tema de la Renault Kangoo, furgoneta que sirvió para comenzar la farsa que hizo que nos olvidásemos de los trenes y nos centrásemos en un vehículo que nadie puede asegurar que fuese utilizada por los terroristas. Primero, porque era absurdo dejar abandonada la furgoneta, si de verdad se encontraba llena de pistas. Además, la furgoneta no se encontraba forzada y no tenía placas dobladas. Pero lo más curioso es que no se han encontrado huellas ni restos de ADN de nadie ni en el volante ni en la palanca de cambios, con lo que se deduce que el que conducía iba con guantes. Aunque si fue tan cuidadoso como para conducir con guantes, ¿por qué se dejaron prendas personales y fácilmente identificables por los restos de ADN? Y otra cosa todavía más inquietante: parece ser que los objetos que numerosos testigos vieron en el interior de la furgoneta, desaparecieron y fueron sustituidos por otros.
En la tercera parte, se centra en enumerar las falacias que se han tratado de hacer pasar por pruebas de la mochila de Vallecas. No hay que olvidar que la mochila que se pasó el día entero dando vueltas por Madrid fue fundamental para poder argumentar que el explosivo utilizado en el atentado era Goma-2 ECO. Según explica el investigador, “nos presentaron una mochila donde ya estaban introducidos todos los elementos para construir de manera apresurada una trama islámica donde no faltara de nada, donde ya estaban las semillas para conducir a una trama asturiana que posiblemente no sea, al igual que la trama islámica, más que una cortina de humo”. Y luego añade que se nos presentó una prueba falsa tan descarada que nadie se atrevió a cuestionar durante más de un año.
De la mochila pasa a las mentiras de las detenciones provocadas por un teléfono móvil aparecido en la mochila de Vallecas. Siguiendo el rastro de la comercialización del terminal y de la tarjeta se consiguió detener a cinco personas en plena jornada de reflexión y apuntalar la tesis del atentado islamista. Lo curioso es que, de esos cinco detenidos, dos de ellos eran hindúes. El mismo Luis del Pino añade para los que lo desconozcan que los hindúes y los musulmanes no son vecinos bien avenidos precisamente. Obviamente, esas detenciones apresuradas tenían una clara finalidad política ya que cuatro de esos cinco presuntos terroristas fueron puestos en libertad poco tiempo después, al no podérseles acusar de nada más que haber vendido unos teléfonos y unas tarjetas. Igualito que si se detuviese por cómplice al vendedor de cuchillos de cocina que le vendió uno a un hombre que terminó apuñalando a su mujer.
Probablemente el capítulo más interesante del libro sea en el que analiza las mentiras arrojadas sin el más mínimo pudor en los días que mediaron desde el atentado hasta la convocatoria electoral del 14 de marzo. Mentiras cuyo único fin eran intoxicar a la opinión pública para que dirigiese su voto en una única dirección. Sin ánimo de destripar el libro, son destacables las de los falsos terroristas suicidas, las de los inexistentes teléfonos configurados en árabe, el falso informe del CNI, la cinta de vídeo reivindicando el atentado que apareció en manos de un policía retirado,…
Uno de los puntos más oscuros de toda esta trama es, sin duda, lo sucedido en el piso de Leganés. Según del Pino, ése era el colofón a todo el montaje iniciado el 11-M pero, al cerrar el círculo, los creadores de la versión oficial no pudieron evitar la tentación de sobreactuar y acabó convirtiéndose en un drama chirriante en exceso. Para apuntalar su hipótesis, el autor recurre constantemente al sumario instruido de forma bastante chapucera por el juez del Olmo. Y en él se basa para resaltar las numerosas contradicciones que hacen que este episodio –con el resultado de los terroristas suicidados y un GEO muerto- permanezca aún sin una explicación coherente. Por no poder aclarar, el sumario no consigue determinar ni la forma en que se localizó el piso. Para más INRI, no se puede entender por qué se realizó el asalto, o por qué se tardaron cinco horas en desalojar a los vecinos. Y voy a remitirles a la lectura del libro para que puedan entender mejor situaciones extrañas como las de los tiroteos hollywoodenses en los que no se consigue encontrar casquillos de bala o el terrorista que apareció con los pantalones puestos al revés.
De esta esperpéntica comedia bárbara, el episodio más peripatético es el de la aparición del Skoda Fabia que permite a la versión oficial probar con calzador el modo en que se trasladaron los terroristas hasta a Alcalá de Henares. Sólo en un país de locos se puede pretender que nos traguemos que un coche aparecido tres meses después del atentado fuese utilizado por los asesinos para trasladarse hasta allí. Pero parece ser que el juez del Olmo sí que se lo ha creído, al igual que la fiscal Olga Valeya.
En la parte VIII, Luis del Pino pasa a desentrañar los entresijos de un misterioso Chino al que nadie conocía por ese apodo. Incluso se llega a cuestionar su existencia ya que sus numerosas identidades harían volverse loco al Santo o a Mortadelo. Y lo peor de todo es que aún no se puede asegurar cuál era su verdadero nombre, aunque parece claro que Jamal Ahmidan, no –o al menos el camello al que se conocía por ese nombre, que llevaba a su hijo a un colegio católico, no se corresponde con el perfil de un islamista fanático-.
Si es difícil esclarecer la identidad del Chino, respecto a la casa de Morata –ocupada por él y donde supuestamente se montaron las bombas- también hay muchos enigmas por resolver. Lo más llamativo es que estamos ante el principal nexo de unión con Al Qaeda, pero la investigación sumarial es confusa y parece pretender taponar el hilo de investigación que podía haber dado más fuerza a la versión oficial. Esperemos que tarde o temprano se desvele la verdad y podamos saber el motivo por el que no se ha querido profundizar en una casa que sólo fue alquilada a terroristas y que pertenecía a Abu Nidal –encarcelado desde 2001 por pertenecer a Al Qaeda-. ¿Puede ser que se deba a que la abogada de Abu Nidal es Yamila Pardo, sobrina de Joaquín Almunia?
En la penúltima parte, el autor recopila todas las mentiras que se encargaron de escupir sobre la supuesta trama islamista. De 29 imputados por el juez, 9 son españoles, 11 son vulgares delincuentes y sólo 9 son acusados de ser terroristas islámicos. Además, 5 de ellos son confidentes policiales. No cabe duda de que, para ser un atentado de Al Qaeda, rompe absolutamente con el "modus operandi" habitual.
Para finalizar, es destacable el compendio de incongruencias, medias verdades, retrasos y ocultaciones en que diversos medios han ido poniendo trabas a una investigación que no ha servido para nada. Cintas borradas, radiografías ocultadas al juez, clavos recogidos en la Mina Conchita desaparecidos,… son cuestiones que en su debido tiempo deberán ser juzgadas por un tribunal que depure responsabilidades. Porque ningún estado de derecho puede permitir que nadie se ría de la ley. Menos aún podemos tolerar que ciertos personajes campen a sus anchas y manipulen a la justicia para conseguir objetivos oscuros e ilegales. Un país que se precie no puede permitir que determinados resortes de poder se utilicen de forma sectaria, arrinconando la legalidad e insultando a 192 muertos. Mañana empieza un juicio que aparentemente terminará siendo anulado. Gracias a las investigaciones de Luis del Pino ahora sabemos que todas las pruebas recopiladas hasta ahora tan sólo valen para absolver por falta de pruebas a todos los imputados. Hoy, casi tres años después, sabemos prácticamente lo mismo que la mañana del 11 de marzo de 2004. Mejor dicho: ahora tenemos la certeza de que alguien trata de engañarnos. Todavía confío en la justicia y espero por nuestro bien que el tribunal encargado de juzgar los hechos sea capaz de desentrañar la oscura maraña que se presentará ante sus ojos.

5 comentarios:

José Augusto Domínguez dijo...

En su momento leí los eneigmas del 11 M que escribió LdP. Hace unos meses también leí las Mentiras del 11 M. Todo lo que ha ido publicando se va corroborando poco a poco. No recuerdo ni una pequeña metedura de mata en toda su investigación.

Recaredo dijo...

No sé si te has fijado conforme ha ido avanzando en la investigación ha ido elevando el tono. Las primeras investigaciones, iniciadas en El Mundo eran "Los agujeros negros del 11-M". Estos agujeros negros eran ciertas cosas que parecían no cuadrar del todo. Luego aparecieron "Los enigmas del 11-M" en Libertad Digital, y ya no sólo se trataba de pequeñas cosas que no cuadraban, si no de verdaderos enigmas de difícil respuesta. Ahora ha publicado Luis del Pino "Las mentiras del 11-M", porque tiene claro que lo que eran enigmas, son verdaderas mentiras que nos han tratado de hacer colar. Como siga elevándose el tono, no sé a dónde iremos a parar. ¿Tal vez al "11-M: Crimen de Estado"? Conforme voy leyendo más sobre el tema, me siento más horrorizado. Esto va a acabar dejando al GAL en una mariconada.

Anónimo dijo...

Ya, pero ¿tenéis confianza en que se esclarezca algo en el juico que se está siguiendo en la Audiencia Nacional? Hay veintitantas acusaciones y sólo una, la de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, preguntó ayer al egipcio si otro grupo terrorista (ETA, of course) había colaborado en el atentado.
Y no olvidemos a la representación del Ministerio Fiscal, Doña Olga Valeyá, que mucho me temo que no tiene pensado sembrar la duda en ese tema; y en el caso de que se le ocurriera, no podría hacerlo porque la Fiscalía se rige por el criterio de la dependencia jerárquica, lo que significa que es una mandada del inefable Cándido Conde Pumpido.
Desde luego, yo no comulgo con la versión oficial propugnada por el Gobierno y sus afines, porque es una auténtica chapuza, independientemente de quién preparara y ejecutara la masacre del 11-M; es más, aunque la Sentencia que se dicte en su día venga a secundar dicha versión, no me lo tragaré, pero en ese caso los oficialistas contarían con una baza a su favor suficiente para desacreditar cualquier información que siga aquella tesis de que los terroristas no vinieron ni de desiertos muy remotos ni de montañas muy lejanas..., quedanto finalmente todo este asunto en agua de borrajas.

Recaredo dijo...

Yo me conformo, don Pelayo, con que el tribunal sea imparcial y anule el juicio por falta de pruebas. De ese modo, imagino que no tendrían más remedio que volver a iniciar una nueva instrucción. El problema está en que muchos de los chorizos y confidentes policiales que ahora están imputados se irían a la calle y ya no habría forma de volverles a pillar. Y me da la sensación que, aunque fichas sin importancia de este macabro juego, algo sí que tienen que ver en la masacre. Pero tengo por seguro que en este juicio no se va a identificar a nadie que ideó el atentado ni se va a descubrir que estuviese ETA, algún partido, o algún servicio secreto. Es probable que toda la verdad no se descubra nunca.

Rafael del Barco Carreras dijo...

EL LIBRO DE LA SEÑORA DEL JUEZ



Rafael del Barco Carreras



No me llama la atención que la señora Elisa Beni, periodista célebre en su casa y la propia Audiencia, escriba un libro. Si la enorme incidencia de la televisión convirtió el impresionante cráneo de su señor marido Don Javier (Fernando Alonso) Gómez Bermúdez en el más célebre durante cuatro meses, impactando, pues ¡a sacarle provecho!. En mi artículo sobre el juicio, tuve más insultos que lectores. Así pues no insistiré sobre un Sistema Judicial que al parecer ya les va bien a la mayoría. Hasta que sufren uno de sus innumerables atropellos, y se desvanece la romántica idea que la Justicia existe, pasándose a despotricar, y descubriendo que no tenía ni idea de cosas tan simples como que ese presidente de la Sala, y todos los presidentes de Sala, son amigos de sus colegas (y si son enemigos puede que sea peor) con quien juzgarán trasformándose en una sola voluntad e intereses. Nunca me hizo gracia el chascarrillo; una Sala la componen, el presidente, el ponente y el durmiente. Y lo único que se le ocurre ante el libro al ofendido compañero de Tribunal es invocar la amistad.

“La soledad del juzgador”, sí, un solo hombre decide miles de años de cárcel y sobre el dolor y sentimientos de las familias de las víctimas. La sentencia, ni bien ni mal, otro producto del Sistema. Un sistema surgido de siglos de dictadura, lejano a cualquier concepto democrático. Y a la AMIGOCRACIA se une la ENDOGAMIA, siempre unidas cuando el cotarro y presupuesto público se reparte por oscuros caminos, la señora Gómez aporta a la economía doméstica otro sueldo oficial de la propia (de posesión) Justicia.

La sentencia se construiría entre una jefa de prensa, una sociedad mercantil para el provecho posterior, y al aire que dictaran los medios, contentando a los más (en definitiva posibles compradores del libro) que ya decidieron la culpabilidad y hasta quien NO FUE (la ETA) en el juicio paralelo.

Ver…www.lagrancorrupcion.com



Pero a pesar de los insultos, repetiré mi escrito del 4 de julio, recién terminado el juicio. Y aunque me repito por enésima vez en personajes y conceptos, como me aconsejan los ya crecientes lectores y amigos de INTERNET…no importa, la gente se olvida por comodidad… eso de la Justicia, para la mayoría, es cosa de otros, como los accidentes… hasta que le ocurren a uno.







SOBRE EL “11 M”, Y NUESTRO PECULIAR SISTEMA JUDICIAL.



Por Rafael del Barco Carreras



Tras cuatro meses de juicio, según la Televisión Pública o los medios adictos al Poder, TODAS LAS TELEVISIONES, y el gran Grupo PRISA, no cabe duda de que los acusados son los autores y la teoría de la conspiración un puro derrame cerebral o pataleta de los del Partido Popular, y de leer El Mundo y oír la COPE, ni de lejos se ha probado nada más allá de una cascada de corrupciones policiales acusando a sus propios confidentes, pruebas prefabricadas o amañadas en el inframundo del tráfico del hachís, hilvanando una novela. Se podría afirmar que si los tres jueces, o SOLAMENTE DOS, se decantaran por una u otra de las ideologías que “parece” conforman las fuerzas políticas españolas, los acusados saldrían condenados o libres. Y si nos atenemos a la visible politización de los medios jurídicos y hasta diría de la “profesión jurídica” en todos sus campos y especialidades, jueces, fiscales y abogados, dándose la paradoja, que generalizando, el Régimen es dominado en un curioso y abusivo porcentaje, lejos de la mayoría de las demás “democracias”, por los “abogados”, decantarse por una u otra opción, transformando las pruebas EN DOGMA DE FE POR SU REAL SOBERANÍA, es más una interesada arbitrariedad que sentido de Justicia. Y lo que podría provocar el dominio de una “escuela” en cuanto su aplicación de “doctrina y leyes”, no crea más que un caos “controlado” por oscuros intereses, donde otro de los “negocios” la eternización, enfeudando al cliente y la sociedad a un estamento “profesional”.

Para quien como yo sufrió el Sistema, descubriendo a través de veinte años, además de la “total corrupción” de quienes me acusaban los “socialistas barceloneses” de “Serra y Maragall”, en perfecta o interesada asociación con los De la Rosa y la íntima relación de sus abogados Juan Piqué Vidal y Rafael Jiménez de Parga con el mío Luis Pascual Estevill, de tan corrompida idiosincrasia que los dos grupos, cada uno por su lado, unos con FILESA O TIME EXPORT, chantajearon o extorsionaron a empresarios (puede que hasta a De la Rosa), y según la prensa “los primeros espadas en la abogacía barcelonesa” lo hicieran con sus “clientes empresarios”, dudo muy mucho de ese y cualquier juicio donde se litigue con grandes intereses gubernamentales de por medio (y en los otros tampoco por su gran número y farragosas instrucciones). Y puesto que en cualquiera de los “grandes temas” se involucran siempre intereses de “gobierno y partido” porque legal y burocráticamente el Gobierno y Estado lo envuelve absolutamente TODO, tanto lo estrictamente legal como por la enorme corrupción el mundo del delito, donde abarcaríamos desde la muy rentable “doble contabilidad”, delito fiscal, hasta la droga o prostitución, ¿DIEZ, VEINTE, TREINTA, o los que sean, BILLONES de las antiguas pesetas al año?, TODO ES POSIBLE. Y en España no hay MAFIA que triunfe de no incardinarse, o simplemente creada en el “mundo funcionarial-político”. Lo saben bien mafiosos franceses e italianos (invadiendo España tras la muerte de Franco), primero, y del Este y sudamericanos después, que sufrieron la “efectividad policial española”, al actuar por “libre”. Conocí a muchos de ellos en la cárcel.

Cualquier abogado, casi todos, coinciden en la respuesta de que otros SISTEMAS, democráticos, de elecciones directas de fiscales y hasta jueces o policías, de jurados mixtos o total, de doble instancia sin paliativos (donde los jueces son más árbitros que reyes de Taifa), de división ABSOLUTA de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, también son susceptibles de CORRUPCIÓN Y ERRORES JUDICIALES. Pero los demás no van contra dirección, somos nosotros, y Manuel Jiménez de Parga (fundador y socio del bufete con su hermano Rafael, a los que no les molestó la Ética, Moral y Reglamento Profesional al actuar de acusador cuando los hechos involucraban a sus también clientes Banesto, Garriga y De la Rosa), un interesado demagogo cuando como Presidente del Tribunal Constitucional, a la condena de la ONU contra España por incumplimiento de La Carta de Derechos Humanos en cuanto a la sustitución de la DOBLE INSTANCIA por los complejos recursos al SUPREMO, solo se le ocurrió que la ONU no tenía jurisdicción, y que nuestro Sistema garantizaba los derechos del justiciable.

En mi caso no garantizó nada (hasta se perdió un recurso al Supremo, tirado a la papelera por una mujer de la limpieza, publicado por El País en f. 8-3-83), y por lo vivido en la cárcel, el Sistema solo garantiza que la marcha atrás en cualquier error sea más que imposible y embarullado de no interceder la GRAN ARBITRARIEDAD de los jueces y su pirámide burocrática de Poder. Un triste ejemplo los dos marroquíes violadores que por los 93 conocí en la enfermería de Brians (yo trabajando para redimir al máximo y ellos “aislados” por seguridad), tan desorientados que rezaban cara a Madrid en lugar de La Meca, y que al advertírselo se convirtieron en amigos míos, uno muerto en prisión y otro liberado QUINCE AÑOS DESPUÉS, ya cumplida la condena, cuando el ADN, detenido el verdadero violador, demostró que de algunas de las violaciones de que fueron acusados no eran los autores. Y a la Prensa, justificando, solo se le ocurre publicar que se “parecían”, para su desgracia NADA más allá que la vulgaridad de rostros de la “perra vida”.

Figurarse una Sala de Justicia con Luis Pascual Estevill (que ni de lejos es un “caso aislado” como predicaba el ínclito Fiscal Jefe Vitalicio de Barcelona, José María Mena, uña, carne y sucesor del gran Carlos Jiménez Villarejo, los dos declarados de “izquierdas” del PSUC) y amiguetes…y en el Supremo otros de la cuerda…!Da vértigo!...y le puede suceder a cualquiera…en ese orden de cosas transitamos por tan viejas carreteras, reconstruidas y perfeccionadas en el refinado franquismo, que los accidentes ante la masiva circulación actual…son MASIVOS, y siempre atribuidos a fallos del conductor víctima…

Si la corrupción marbellí ha comportado NOVENTA Y PICO DETENIDOS E INVOLUCRADOS (y aun faltan de más arriba), y EN BARCELONA SE DETUVO Y RETUVO A TRES de escasa o nula incidencia en el gran desfalco…ALGO FALLA MASIVAMENTE EN NUESTRO SISTEMA…más allá de los lógicos fallos humanos…

Y para detalles consultar www.elconsorcio.net donde encontrarán casi todo mi libro no editado “Barcelona 30 años de corrupción”.