La actualidad en una semana (Semana 18)

Pumpido no quiere interferir en las elecciones investigando casos de corrupción del PSOE.

Parece que al Fiscal General del Estado le preocupa mucho que una investigación por corrupción pueda influir en el normal desarrollo de una elecciones. Claro está que siempre que la investigación se tenga que llevar a cabo sobre miembros del PSOE como los del caso Ibiza, en que pactaron una comisión de 1,5 millones de Euros a cambio de la adjudicación de una obra. Si la duda se cerniese sobre cargos del PP, se darían toda la prisa del mundo en investigarlo –aunque luego no se demostrase nada- con tal de arañarles la mayor cantidad de votos posibles. Así funciona la fiscalía más sectaria y politizada de la historia de la democracia.

Los sindicatos demostraron en la calle su alejamiento de la realidad laboral.

Los sindicatos dejaron claro el 1 de mayo que la realidad laboral española les importa bastante poco. Es más, viven de espaldas a ella. Con convocatorias caracterizadas por su escasa afluencia, los sindicatos se lanzaron a proclamar las consignas que siempre les han gustado tanto: “dónde están, no se ven, los pijos del PP” o “que paguen los terroristas y los que nos llevaron a la guerra de Irak”. Todo ello sazonado con banderas republicanas, fotos del Che Guevara y demás parafernalia totalitaria y liberticida.



Zapatero promete en Marbella acabar con la corrupción y como primera medida detienen a Isabel Pantoja.

Después de que hayan pasado seis meses sin que el gobierno cumpla su promesa de celebrar un pleno monográfico sobre la corrupción inmobiliaria en las Cortes, ZP prometió en Málaga que se encargaría de que los famosos y los no famosos fuesen a la cárcel. Para ello, durante su visita a la comisaría de Málaga, se tomaron medidas para que esa misma noche la “viuda de España” durmiese en el calabozo. La noticia llenaría tanto espacio informativo que por un rato conseguirían que no se hablase de las listas impugnadas de ANV o del caso Ibiza.

Las elecciones en Escocia no refrendan los diez años de laborismo de Blair.

Años después de que el premier británico les otorgase la autonomía para evitar un rebrote independentista en la zona, los escoceses dieron la victoria al partido nacionalista de Alex Salmond con un ventaja de un escaño frente a los laboristas. Durante la campaña electoral, el dirigente escocés había anunciado que, en caso de ganar los comicios, convocaría un referéndum de independencia. Éste es el primer cambio de signo político en el parlamento regional de Escocia, dominado por los laboristas desde su creación en 1999.

El gusano miserable paseando por la calle con total libertad.

Las imágenes que publicó Antena 3 en exclusiva son claras: el supuesto enfermo terminal –que retozaba con su novia mientras el gobierno le atribuía una muerte irremisible- pasea por las cercanías del hospital con total libertad de movimientos. Nadie en su sano juicio podría creer que quien camina con aspecto saludable, seguido a distancia por una escolta -que más que vigilarle parecen protegerle de posibles Ynestrillas-, es un asesino múltiple al que el gobierno ha indultado de una forma vergonzosa y humillante. Pero todo es posible en esta corte de los milagros en que ha convertido ZP a España.

Tensa reunión en el Supremo para legalizar el desafuero del Gobierno.

Como era de esperar, la sala 61 del Tribunal Supremo no hizo más que anular las candidaturas que la Fiscalía y la Abogacía del Estado le habían presentado, sin atreverse a ilegalizar a ANV. Después de una reunión que duró hasta bien entrada la madrugada, los magistrados del Supremo no se decidieron a hacer una interpretación integradora de la Ley de Partidos, dentro del proceso de ejecución de la sentencia de ilegalización de Batasuna. Parece ser que se impuso el sector de la sala que opinaba que la Ley de Partidos no permite al Tribunal tomar de oficio la decisión de ilegalizar a ANV, ya que ninguna de las partes interesadas –Fiscalía o Gobierno- les ha instado a ello. Al final, la sala 61 se ha limitado a cumplir con la ley al pie de la letra y ha dejado la patata caliente en el tejado del ejecutivo de ZP, que es quien debería haber iniciado el procedimiento para ilegalizar la sucursal etarra. Nada nuevo bajo el sol.

El final de la gerontocracia en Francia.

Las altísimas cifras de participación lo dejan claro: Francia necesitaba un cambio. Los ciudadanos lo reclamaban. El país debía inyectar sabia nueva a su anquilosado sistema de gobierno. No podía ser que los mismos dinosaurios llevasen dirigiendo el país desde finales de los años sesenta. Al final salió Sarko, el favorito, el que había demostrado tener un proyecto político de peso, el que ofrecía verdaderas alternativas para superar el enquistamiento. Y lo hizo a contracorriente, superando las críticas feroces, desmoronando el fantasma del doberman que la izquierda insidiosa le había adjudicado. De haber obtenido la victoria Ségolène, la deriva de Francia hacia el fracaso hubiese sido ya irremisible. Pero en una sociedad tan madura como la francesa, el pueblo ha demostrado su sabiduría sin dejarse engatusar por promesas vacuas y electoralistas. Aún nos queda mucho que aprender.