Elecciones catalanas

Los resultados de las elecciones catalanas han vuelto a ser, cuando menos, desalentadores. Que el tripartito siga teniendo la posiblidad de gobernar, y que encima esa opción sea la primera que parecen barajar los Montilla, Carod y Saura me causa estupor. Lo primero, porque los tres parecen olvidar que si se han presentado a una convocatoria electoral adelantada ha sido porque el gobierno de ZP prefirió pactar el Estatut con CIU que con ERC. Aquel desplante que provocó en Carod declaraciones de amante despechada parece ser olvidado en cuanto ha vuelto a sentir al alcance de su mano el pastel del poder. Lo primero que se dice en los corrillos es que no le hace ascos a volver a ser Conseller en Cap (¿con que banda de asesinos pretenderá reunirse cuando vuelva a tomar a posesión del cargo?)
Aunque la siguiente posibilidad de pacto es la Sociovergente. O sea: los chupones de la burguesía junto a los chupones de barrio. ¿A qué grado de degeneración a llegado la política que cualquier pacto es bueno siempre que nos permita tocar la gran teta del poder?
Probablemente lo único positivo de estos comicios sean los tres escaños que han conseguido los Ciutadans. Por fin se demuestra un apoyo serio a un movimiento cívico que ha tratado de ser anulado institucionalmente. Lo mejor han sido las declaraciones de un personajillo del Bloque Nacionalista Gallego que ha alertado de la peligrosidad del ascenso del partido de "la Cope y El Mundo". Parece ser que esta izquierda extrema y separatista sólo se siente demócrata cuando es ella la que triunfa. Debe ser que tienen miedo de un partido político formado por ciudadanos de gran nivel intelectual y profesional que van a gritar muy alto en las cortes catalanas que el castellano es el idioma oficial del Reino de España y debe ser conocido y hablado por todos los españoles (catalanes, murcianos, gallegos, madrileños, vascos,...).
Por cierto, del PP de Piqué mejor ni hablar.